El jamón ibérico y la Dehesa Extremeña: cómo la alimentación influye en su sabor
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Hablar de jamón ibérico es hablar de puro sabor, de raíces, y de uno de los mayores orgullos de nuestra gastronomía. Es esa delicia que emociona solo con olerla, que se deshace en la boca y que permanece en nuestra memoria. ¿El secreto? Está en cada paso del camino, y todo empieza mucho antes de que llegue a tu plato: en cómo viven, en dónde se crían y de qué se alimentan los cerdos ibéricos.
La Dehesa Extremeña: el corazón del sabor.
Imagina un paisaje repleto de encinas y alcornoques, lleno de luz, aire puro y libertad. Así es la Dehesa Extremeña, el lugar donde empieza todo. Allí, los cerdos ibéricos viven en libertad, respiran aire puro y se alimentan de forma natural. Es un entorno único en Europa, donde los animales siguen su propio ritmo, sin prisas. Un estilo de vida que se nota, y mucho, en el sabor y la textura.
La montanera: la clave del jamón ibérico de bellota.
La crianza del cerdo ibérico se divide en cuatro fases, siendo la más importante la montanera. El inicio de la montanera varía cada año, dependiendo de la maduración de las bellotas. Generalmente comienza a finales de octubre y puede extenderse hasta finales de marzo. Durante estos meses, los cerdos se alimentan casi exclusivamente de bellotas que caen de las encinas y alcornoques, también de otros recursos naturales disponibles. Se mueven por la Dehesa, caminan varios kilómetros al día y disfruta de una dieta tan rica como saludable. Gracias a esa alimentación, su carne se vuelve más jugosa, suave, con un sabor lleno de matices…. y esa grasa infiltrada que se funde en la boca. La combinación de una alimentación natural y la vida en libertad hacen del jamón ibérico de bellota un producto único en el mundo, reconocido por su calidad excepcional y su sabor inconfundible.
Tipos de jamón ibérico: no todos son iguales.
Según la forma en que se crían y alimentan los cerdos, el jamón ibérico se clasifica en tres tipos principales:
- Jamón de bellota: el más deseado, fruto de la montanera y la vida en libertad.
- Cebo de campo: los cerdos viven al aire libre y su alimentación combina piensos con recursos naturales.
- Cebo: criados en granjas y alimentados exclusivamente con piensos.
Saber elegir tu jamón ibérico es el primer paso para empezar a disfrutar.
A veces, diferenciar entre un tipo y otro puede resultar complicado. ¡Pero es más fácil de lo que parece! Para despejar cualquier duda, puedes consultar nuestra guía rápida para saber identificar un buen jamón ibérico. Porque cuando entiendes su historia, su origen y todo lo que hay detrás… cada bocado se saborea de otra forma.
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