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El jamón ibérico es uno de los productos más emblemáticos y codiciados de la gastronomía española. Su sabor único, textura inconfundible y origen ancestral lo convierten en un auténtico tesoro gastronómico. En este artículo, te contaremos qué es el jamón ibérico, su historia, su proceso de elaboración, sus propiedades, y cómo disfrutarlo de la mejor manera.

El jamón ibérico proviene del cerdo ibérico, una raza autóctona de la península ibérica que se cría en libertad en las dehesas, alimentándose principalmente de bellotas y hierbas. La dehesa es un ecosistema único, principalmente ubicado en el suroeste de España y sobre todo en Extremadura, donde estos cerdos pastan y se alimentan de forma natural. Es este entorno, junto con la alimentación a base de bellotas, lo que otorga al jamón ibérico su sabor y características tan distintivas.

¿Qué significa jamón ibérico?

El jamón ibérico se distingue por varias características que lo diferencian de otros tipos de jamón, como el serrano. Se clasifica según la pureza de la raza del cerdo y su alimentación. 

El jamón ibérico puede ser de bellota, cebo de campo o cebo, dependiendo de la dieta y el entorno en el que se ha criado el animal.

Los más valorados son los de bellota, ya que el cerdo se alimenta exclusivamente de bellotas y hierbas, lo que le confiere un sabor más intenso y una mejor infiltración de grasa.

Las Denominaciones de Origen del Jamón Ibérico

El jamón ibérico cuenta con varias Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), que certifican la calidad del producto y la región donde se cría el cerdo. Estas son las principales denominaciones de origen del jamón ibérico:

  • D.O.P Dehesa de Extremadura: Esta es una de las más reconocidas y prestigiosas, y es el hogar de los mejores cerdos ibéricos. Los cerdos criados bajo esta denominación se alimentan de bellotas en las dehesas extremeñas, lo que garantiza un jamón de excelente calidad. La Dehesa de Extremadura es conocida por su riqueza natural y por ofrecer un ecosistema perfecto para la cría del cerdo ibérico. Montesano se enorgullece de ofrecer jamones de esta denominación, lo que asegura un sabor y calidad únicos.
  • D.O.P Jamón de Guijuelo: Ubicada en la provincia de Salamanca, es una de las más antiguas y reconocidas. Los jamones de Guijuelo son conocidos por su curación prolongada y su sabor suave.
  • D.O.P Los Pedroches: Esta denominación está situada en el Valle de Los Pedroches, en la provincia de Córdoba, y produce jamones ibéricos con un sabor ligeramente dulce debido a la dieta de bellotas.
  • D.O.P Jabugo: Proveniente de la Sierra de Huelva, esta denominación es famosa por sus jamones de bellota, que tienen un sabor intenso y una curación más prolongada debido a las condiciones climáticas de la zona.

La Norma del Jamón Ibérico

Un aspecto fundamental para entender qué es realmente un jamón ibérico es el cumplimiento de La Norma. Según esta normativa, para que un jamón pueda ser etiquetado como «ibérico», debe cumplir con estrictos requisitos relacionados con la alimentación, la pureza racial y el entorno en el que son criados los cerdos. Solo aquellos jamones provenientes de cerdos de raza ibérica, alimentados principalmente a base de bellotas y criados en libertad en las dehesas, pueden llevar esta denominación. De lo contrario, aunque sea de excelente calidad, el producto no puede ser considerado jamón ibérico, sino simplemente «jamón». Esto asegura la autenticidad y la calidad superior del producto, lo que lo convierte en un verdadero tesoro gastronómico. Puedes leer más sobre La Norma y su importancia aquí.

¿Qué jamón ibérico comprar?

Elegir el mejor jamón ibérico depende de varios factores. Si buscas un sabor intenso y profundo, lo mejor es optar por un jamón de bellota 100% ibérico, que se elabora a partir de cerdos de raza pura alimentados con bellotas en las dehesas. 

Además, puedes estar seguro de su calidad al elegir jamones que han sido galardonados con premios internacionales, como el prestigioso Diamond Taste Awards, un reconocimiento a su excelencia gastronómica y sabor incomparable.

Este tipo de jamón es ideal para los paladares más exigentes y aquellos que buscan una experiencia gastronómica premium.

Por otro lado, si estás buscando una opción más económica pero sin renunciar a la calidad, el jamón de cebo de campo ibérico puede ser una excelente alternativa.

Estos cerdos también disfrutan de espacios abiertos, pero su alimentación se complementa con piensos, lo que influye en el sabor final del jamón.

Propiedades del jamón ibérico

El jamón ibérico no solo es delicioso, sino que también ofrece una serie de beneficios nutricionales. Entre sus propiedades destacan:

  • Rico en proteínas: El jamón ibérico es una fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el mantenimiento y reparación de tejidos en el cuerpo.
  • Ácidos grasos saludables: Gracias a la dieta a base de bellotas de los cerdos ibéricos, el jamón contiene ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, similar al que se encuentra en el aceite de oliva. Este tipo de grasa es beneficiosa para la salud cardiovascular.

Vitaminas y minerales: El jamón ibérico es rico en vitaminas del grupo B, como la B1 y B12, que son esenciales para el metabolismo energético. También es una buena fuente de hierro y zinc, minerales clave para el sistema inmunológico.

¿Cuántas calorías tiene el jamón ibérico?

En términos de calorías, el jamón ibérico es relativamente bajo en comparación con otros productos cárnicos. 100 gramos de jamón ibérico contienen aproximadamente 250 calorías, lo que lo convierte en una opción sabrosa y nutritiva. 

Además, el perfil de grasas saludables lo hace más recomendable que otros tipos de embutidos.

¿Cómo conservar el jamón ibérico?

Conservar un buen jamón ibérico es crucial para mantener su sabor y textura. Si has adquirido un jamón entero, lo ideal es guardarlo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa y fuentes de calor. Es recomendable tapar la parte cortada con un paño limpio o con su propia grasa para evitar que se reseque.

Cortadores profesionales cortando lonchas de jamón ibérico

Si has comprado jamón ibérico loncheado, lo mejor es conservarlo en el frigorífico y sacarlo unos minutos antes de consumirlo para que recupere toda su intensidad de sabor y aroma.

Para obtener más consejos sobre cómo conservar el jamón ibérico, visita nuestro artículo Cómo conservar el jamón ibérico.

Cómo cortar jamón ibérico

El corte del jamón ibérico es todo un arte. Si tienes un jamón en casa, asegúrate de contar con un buen jamonero y un cuchillo adecuado. Empieza cortando la parte más estrecha (la maza) y ve obteniendo lonchas finas y alargadas, aprovechando toda la superficie de la pieza.

Si lo prefieres, también puedes optar por jamones cortados por un cortador profesional, lo que te garantiza obtener el máximo rendimiento y calidad en cada loncha.

Cómo cortar una pata de jamón ibérico

El jamón ibérico es mucho más que un simple producto. Es el resultado de un proceso artesanal y de una tradición que se ha mantenido a lo largo de los siglos. Si estás buscando disfrutar de una experiencia única, elegir un jamón ibérico de calidad es una excelente decisión. 

No solo te ofrecerá un sabor inigualable, sino que también te proporcionará numerosos beneficios para la salud.

Explora nuestra tienda de jamones ibéricos y descubre todas las opciones que tenemos para ti. Si te apasiona la gastronomía, no te pierdas más artículos en nuestro blog sobre cómo conservar jamón o cómo abrir un jamón